‘Supercrepus II‘ de Joe Crepúsculo es uno de los discos destacados del año y, por lo tanto, uno de los mejores en la carrera de este incansable artista que sigue sin conocer artísticamente techo alguno.
En este trabajo de 18 pistas que iban a ser 20 en un principio despuntan el jangle-pop de ‘Discoteca en ruinas’, el rock nuevaolero de ‘Hoy no sale el sol’, la experimentación de ‘Comiendo shawarmas’ o la rumba castellanizada de Roxette (‘No sé si es amor’ con Tomasito), pero también merece destacar la primera de todas por mucho que después quede camino por recorrer en el disco. ‘Calaveras negras’ es, por estilo, parecida a ‘Hoy no sale el sol’, recuerda especialmente al sonido de Gabinete Caligari hasta el punto de que el propio Crepus suena un poco como Jaime Urrutia aunque no haya sido en absoluto intencionado, y, en cualquier caso, es un temazo de pop-rock apocalíptico que triunfará en los conciertos de presentación del álbum que Crepus ofrecerá, si todo va bien, a finales de este mes de noviembre.