St Vincent venía avanzando en los últimos días su nuevo disco con una serie de pistas y teasers. Primero unos carteles aparecieron en las calles confirmando que el álbum saldría el 14 de mayo bajo el título de ‘Daddy’s Home’.
Después pudimos ver un pequeño vídeo en su Instagram en el que Annie Clark corría a coger un teléfono antes de que sonara una música sensual. Después, una cuenta atrás pública en Youtube nos avisaba de que el estreno de su nuevo sencillo se produciría a las 14.00 horas de este jueves 4 de marzo, hora peninsular española.
El vídeo comienza despistando con una intro cabaretera a piano, pero después hay sorpresa. Estamos ante una de las canciones más sintéticas de St Vincent, con un inicio que parece inspirado por ‘Sweet Dreams’ de Eurythmics. El camino de Annie Clark es en cambio más intrincado, con sonoridades propias de finales de los 70 y principios de los 80, a medio camino entre Talking Heads (Byrne es su colega) y Prince.
El vídeo, que no tiene mucho que ver con el teaser avanzado en el que la veíamos cogiendo el teléfono, presenta a St Vincent como un icono definitivamente de los años 70 a lo Raffaella Carrá. Todo ello en sintonía con una letra que habla sobre la fama, la pobreza y la androginia. Mención especial merece el final chillado, distorsionado, de la grabación, co-producida por ella misma en compañía de Jack Antonoff (Taylor Swift, Lorde, su disco anterior).
La nota de prensa confirma la inspiración setentera: “Me inspiraron discos clásicos de los 70: Stevie, Sly, Stones, Steely Dan, Chords, Groove… Los días en los que la armonía y el ritmo sofisticado no sonaban embriagadores, simplemente sonaban y sentaban bien. Mucha guitarra pero sonidos cálidos, ni distorsión ni caos. Un giro que nadie verá venir”.
La expectación era máxima después de que St Vincent se confirmara disco a disco, con un álbum que cada vez era un poquito mejor que el anterior. La cantante debutaba con ‘Marry Me’ en 2007, con ‘Actor’ se colaba por primera vez en las listas anglosajonas en 2009, ‘Strange Mercy’ (2011) era su flamante confirmación gracias a singles como ‘Cruel’ o ‘Cheerleader’; y lo de sus dos últimos álbumes han sido ya palabras mayores.