Tolerancia y conflictos familiares, en un nuevo estreno argentino

«Todos tenemos un muerto en el placard o un hijo en el closet», nuevo filme de Nicolás Teté, se mete en los conflictos de padres e hijos, las frustraciones de ambos en sus vidas y la tolerancia respecto a las decisiones de los demás.

Es la historia de un estudiante que vive en Buenos Aires con su novio.

«Todos tenemos un muerto en el placard o un hijo en el closet», nuevo filme de Nicolás Teté, se mete en los conflictos de padres e hijos, las frustraciones de ambos en sus vidas y la tolerancia respecto a las decisiones de los demás.

«Fue surgiendo de una mezcla de situaciones que en ese momento me iban contando amigos y también de mi experiencia personal. Hablábamos mucho con amigos del tema de estar fuera o dentro del closet para la familia», dijo a Télam el director del filme.

La película tendrá su estreno este jueves en el cine Gaumont y en otros espacios Incaa, desde el 13 estará disponible a través de la plataforma Cine.ar Play y en el ciclo «Jueves de Estreno» de Cinear.ar TV, con emisiones el jueves 12 y el sábado 14 de agosto a las 22.

Manuel, un estudiante de arquitectura que vive con su novio en Buenos Aires, viaja para Villa Mercedes a las bodas de plata de sus padres, oportunidad que quiere utilizar para pedirles dinero y encausar la relación con sus padres, luego de decirles que era homosexual.

Teté:» Filmar en Villa Mercedes tiene un plus importante para la historia»

Desde su llegada a la casa paterna, se nota la tirantez que existe. Todos se sorprender por su arribo sin aviso, pero, con excepción de su hermana, el resto lo mide e intenta dilucidar los motivos del viaje. Amor en la familia hay, pero también viejas rencillas por cosas no dichas.

«Lo trabajé desde el lado de hijo, que es el que conozco, pero siempre teniendo en claro que no quería demonizar a los padres. Intenté ser igual de crítico con los padres que con el personaje de Manuel, por más que sea el más cercano a mi experiencia», explicó Teté.

En medio de este torbellino de emociones y desencuentros, el hermano deportista llega desde España para ser agasajado como ninguno de los otros, lo cual abre heridas entre los hermanos.

«Los conflictos que tienen los hermanos en la película son culpa de los padres sin dudas pero también el protagonista se pone en lugar difícil muchas veces. El hermano deportista está también muy presionado por los padres y eso no lo ayuda», señaló el cineasta puntano.

«Manuel piensa que el conflicto viene solo por la sexualidad, pero no. Me parecía importante encontrar capas en lo que les pasa a los personajes»